miércoles, 21 de agosto de 2019

2. - 21 de junio de 2007, 19:20


 
    "    "El secreto de escribir está en hacerlo.” Seguro que sí. Que es así como tan categóricamente lo afirmas. Pero me asaltan un sinfín  de dudas: ¿es suficiente en cualquier caso?; ¿es suficiente para escribir sin más?; ¿para hacerlo para nosotros mismos?; ¿y también para conseguir que alguien nos lea, lo que no dejaría de ser una legítima aspiración?

   Nunca he pretendido escribir para los demás, creo, aunque ahora que lo pienso y me doy cuenta de que sistemáticamente les expongo mis elucubraciones sin demasiado recato, seguro que debería rectificar mi afirmación anterior y decir lo contrario. Seguramente sí que escribo con la velada esperanza de que lo escrito llegue a algunos anónimos contertulios de los que pueda prescindir, sin demasiado sufrimiento, si llegara el caso 
apretando el botón adecuado. ¿Pero es eso escribir para los demás o simplemente pecar de exhibicionismo? No lo sé y tampoco me importa. A mí la inspiración me llega siempre cuando estoy lejos de mi ordenador, y si estuviera cerca tampoco me serviría para mucho. Sólo escribo por escribir. Es la manera de exteriorizar esas cuestiones que pudieran afectarme – casi siempre las mismas -, buscando razones, y mendigando de mis comunicantes otros puntos de vista que, además, ni siquiera estaré dispuesto a aceptar, ¡seguro!; pero siempre queda la esperanza. 

   Mis escritos no valen para nada, ni siquiera para mí, incapaz de releerlos, pero están ahí, me apasionaron por unos instantes mientras trataba de sacarlos al exterior, y en ocasiones, cuando ya están más que olvidados, los descubro como descubro, sin gran sorpresa, que estoy respirando al acercar mi nariz al espejo del baño para hacerme la raya del pelo. Es la constatación de lo obvio y saber que por muy obvio que sea me gusta confirmarlo.

   Me apasiona escribir y por eso lo hago ocasionalmente, cuando sé que tal pasión no me va a impedir disfrutar de hacerlo por condicionarme demasiado, pero aún más me apasiona leer. En la lectura de lo ajeno sí que busco, y casi siempre encuentro y envidio, la inspiración de los demás, la que supieron cazar al vuelo, estando en el lugar oportuno y en el momento adecuado, como tú misma dices.  Seguramente para eso sí que se necesita inspiración, para saber escribir lo que otros querremos leer cuando decidamos hacerlo sin dejarnos llevar por la lista de los más vendidos.   "



   Nada que añadir ni quitar. Me sigue gustando lo  mismo  y por las misma razones. Quizás ahora necesite conocer menos  esas razones mías, si las tuve alguna vez, y sienta más curiosidad por las ajenas. 
  En las ajenas cuando uno las fagocita es porque hay mucho de interés y no demasiado sentimiento. Te enriquecen, las disfrutas, las asimilas y transformas con sutiliza, y muy pronto dejan de ser extrañas.
   Debo reconocer que disfruté en su momento más lo leído y que motivó el anterior comentario que al escribirlo. Pero bueno, sigue siendo actual.

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